Las aportaciones a fondos de inversión, como cualquier otro producto financiero, están sujetos a tributación, pero tiene determinadas particularidades que conviene tener en cuenta a la hora de invertir en ellos.
¿Cómo tributan en IRPF?
En IRPF, solo se tributa por las ganancias generadas, no por el total del dinero que se obtiene del reembolso (venta) del fondo de inversión. Se produce ganancia patrimonial si el valor de reembolso es mayor que el valor de suscripción y se produce pérdida si el valor de reembolso es inferior al de adquisición. Las rentas de los fondos se generan en el momento de la venta de las participaciones del fondo por la diferencia entre el valor de reembolso (o venta) de las mismas y el valor de suscripción (o compra) y, en algunos casos, como en los fondos de reparto, también al recibir dividendos.
Se paga solo en el momento de la venta
La tributación en el IRPF se produce solo por las plusvalías de las participaciones en la venta. Es decir, no hay que tributar por la aportación, ni por mantener la inversión. Tampoco tributa el traspaso de un fondo a otro, aunque sea de diferente gestora.
¿Cuánto tributan?
Las ganancias o las pérdidas generadas por la venta de los fondos se incorporan a la base imponible del ahorro. Allí se integrarán y compensarán junto con otras ganancias y pérdidas patrimoniales y, limitadamente, con los rendimientos del capital mobiliario obtenidos en el año. Los tipos impositivos a aplicar a las ganancias obtenidas varían entre el 19% y el 28%, con varios tramos intermedios en función de la ganancia.